"Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver", dice la canción de Joaquín Sabina. Pero si eres jugador de fútbol y cuando te retiras luego te pasas a los banquillos, es muy difícil que puedas negarte. Es lo que le va a ocurrir esta noche a Xabi Alonso, que regresará a Anfield, el estadio de 'su' Liverpool donde estuvo cinco años (de 2004 a 2009) y donde se forjó un nombre en este deporte. 

Y eso no se olvida. Y la afición seguro que tampoco. Porque Xabi fue uno de esos jugadores que son tan necesarios como discretos, de los que gustan a todos, incluido a los rivales. Estilo Iniesta. Será, eso sí, su segunda visita al templo 'red' desde que es entrenador, pues el curso pasado ya regresó con el Bayer Leverkusen. Sin embargo, a nadie se le escapa que esta vez es un poco más especial por la mística de los dos equipos y la importancia de ambos en la carrera del tolosarra.