Han pasado más de once años desde aquella noche mágica en Liverpool, pero el recuerdo sigue vivo en la memoria del madridismo. Era el 22 de octubre de 2014, fase de grupos de la Champions League, y el Real Madrid llegaba a Anfield con el aura de campeón de Europa tras conquistar la ansiada ‘décima’ unos meses antes en Lisboa. Enfrente, un Liverpool que regresaba a la máxima competición continental con la ilusión de revivir viejas gestas. Sin embargo, esa noche, los héroes fueron otros. Cristiano Ronaldo y Karim Benzema fueron los protagonistas de un recital que silenció uno de los templos más ruidosos del fútbol mundial.

El Real Madrid aterrizaba en Inglaterra como un rodillo. Carlo Ancelotti había dado con la tecla perfecta. Bajo sus órdenes tenía un equipo equilibrado, estéticamente brillante y demoledor en ataque. La conexión entre James Rodríguez, Luka Modrić y Toni Kroos en el centro del campo permitía que los de arriba (Cristiano y Benzema y Bale) jugaran con libertad y precisión quirúrgica. Pero aquella noche, el galés no estuvo disponible, y el protagonismo ofensivo se lo repartieron el portugués y el francés.

Un baño de principio a fin

El...