Vinicius vuelve a sonreír dentro y fuera del campo. Y mientras en los debates se habla de su carácter, de su renovación o de si está en su mejor momento, lo cierto es que el brasileño se ha ganado un papel clave en algo que no siempre se ve: la vida de vestuario.

Porque Vinicius no solo marca goles o regatea rivales, también sabe cómo hacer grupo. En su casa, donde tiene una pista de pádel de primer nivel, ha encontrado una manera distinta de juntar a sus compañeros. Allí, entre peloteos, bromas y piques sanos, se reúnen jugadores como Arda Güler (que descubrió este secreto en redes), Camavinga, Tchouaméni, Militao, Dani Ceballos o los recién llegados Carreras y Huijsen, a los que Vini invitó desde el primer día para que se sintieran uno más.

Gol de Vinicius (1-0) en el Real Madrid 3-1 VillarrealSportian

El brasileño se ha enganchado por completo a este deporte. Ya no es raro que organice partidos improvisados y que convierta su pista en un punto de encuentro. No hay cámaras, no hay público, solo risas, competitividad y ese espíritu de conjura que tanto une a un vestuario. Recientemente...